no me oprimen malos pensamientos,
y me suelto como el viento...
Lucho en vida por las muertes,
sin matar, sin torturar...
Mi armadura es sabiduría,
mi arma es la canción,
camino sin prejuicios,
y me guia el amor...
Aquellos que nos callaron,
ya no lo harán más,
las almas de los desparecidos,
no desaparecerá,
sus pensamientos de libertad,
sus persistentes ganas de luchar,
y no dejarse pisotear
las mantendremos hasta el final.
Algún día la muerte me acechará,
y con fuerzas la enfrentaré,
de pie la estaré esperando,
nunca arrodillado y callando,
Siempre respaldado en la Fe!
F.G...
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